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26 mayo, 2025

Birth

La fuerza de querer creer...

Caratula
  • Título traducido: Reencarnación
  • Director: Jonathan Glazer
  • Guión: Jean-Claude Carrière, Milo Addica
  • País: Estados Unidos Año: 2004 Duración: 100 min.
  • Música: Alexandre Desplat  Fotografía: Harris Savides
  • Compañía: New Line Cinema, Fine Line Features
  • Intérpretes: Nicole Kidman, Cameron Bright, Danny Huston, Lauren Bacall, Anne Heche, Peter Stormare, Arliss Howard, Ted Levine, Cara Seymour, Alison Elliott
  • Género: Drama

Sinopsis
Diez años después de la repentina muerte de su marido Sean, la bella Anna acepta casarse con Joseph. Pero en pleno proceso de los preparativos para la boda, Anna conoce a un niño muy peculiar, que dice ser la reencarnación de su difunto marido, pidiéndole que anule el enlace...
New Line Cinema
Segundo trabajo del cineasta inglés, el cual pasó bastante desapercibido tanto por la crítica como por los espectadores, comentarios y reseñas de los cuales no llegaron a ser tampoco demasiado favorables. Ya sea por un buen envejecimiento o porque hoy día ya se reconoce el estilo propio que imprime Glazier en su películas, al recuperarla y verla por primera vez veinte años después me parece que es una obra a la altura de su corta pero intensa carrera.

Esta fue su primera incursión flirteando con el fantástico (o dicho de otra forma, con lo sobrenatural o espiritual) para utilizarlo como hilo conductor de la historia que nos quiere contar realmente, que es la creencia en el amor verdadero y hasta donde podemos llegar para que se haga posible, aunque sea saltando las barreras de lo racional.

Todo ese peso recae sobre una Nicole Kidman que realiza una interpretación espectacular, gracias también a la mano que Glazier tiene con la cámara para darle ese protagonismo, la cual se debatirá entre el creer y dejarse ir en contra de todos los convencionalismos, o quedarse atada en la parte más racional y seguir el curso que estaba llevando su vida hasta el momento en que aparece el chico (muy bien interpretado también por un jovencísimo Cameron Bright).

El espectador irá resolviendo al mismo tiempo que nuestra protagonista el misterio que rodea al chiquillo y su posible relación con ella, viendo una evolución de la misma hasta ese tramo final donde se presentan todas las cartas. Sobre este punto es donde he leído más comentarios negativos, pero la verdad es que la ambigüedad con la que trata el guion me parece muy inteligente. Dejar al espectador decidir igual que lo hace ella es la cuestión que nos plantea al final de la película.

Además, con el fantástico trabajo de cámara y el montaje posterior que puede recordarnos al Kubrick más atmosférico o al Spielberg más personal, la película toma una atmósfera inmersiva que nos transfiere directamente al carrousel de emociones que refleja tan a la perfección Nicole Kidman. Es imposible no caer en esa voluntad de creer.

En definitiva, una buena película digna del resto de la obra de Glazer, con la que se necesita muy poco para sintonizar con ella y mucho menos para dejarse llevar por esta historia de aferrarnos al amor y no ir a contracorriente a favor de los convencionalismos.


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