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20 octubre, 2021

Earwig

La atmósfera lo es todo...

Caratula
  • Título traducido: Earwig
  • Director: Lucile Hadzihalilovic
  • Guión: Lucile Hadzihalilovic, Brian CatlingGeoff Cox (original)
  • País: Reino Unido, Francia, Bélgica Año: 2021 Duración: 114 min.
  • Música: Warren Ellis, Augustin Viard  Fotografía: Jonathan Ricquebourg
  • Compañía: Anti-Worlds, Petit Film, Frakas Productions, BFI, Film4
  • Intérpretes: Romola Garai, Paul Hilton, Alex Lawther, Martin Verset
  • Género: Drama
Sinopsis En algún lugar de Europa, a mediados del siglo XX, Albert trabaja cuidando de Mia, una niña con dientes de hielo. Mia nunca sale de un apartamento donde las puertas y ventanas siempre están cerradas. El teléfono suena con regularidad, y un individuo conocido como el Maestro se interesa por el estado de Mia. Un día, Albert recibe instrucciones: debe preparar a la niña y salir al exterior.
Anti-Worlds
Sin haber leído la novela sobre la que se ha escrito el guión de esta película, la verdad es que su traspaso a pantalla de manos de esta directora no ha sido muy de nuestro agrado. Está claro que estamos viviendo una época en la que el cine más innovador (rozando casi lo experimental), está teniendo una recepción mucho más amplia que el que basa sus cimientos en la escuela clásica, y nuestro problema es que todavía no hemos conseguido adaptarnos a ello...

Una película donde los diálogos brillan por su ausencia, en el que las imágenes y la atmósfera son los únicos componentes para que el espectador pueda disfrutar de la misma, y con los que en teoría debería crear cualquier tipo de sensación para quien la esté viendo. Sí que se puede apreciar un magnífico cuidado de todos los escenarios, así como de la fotografía y de la atmósfera opresiva en la que se desenvuelven los anómalos actores, pero no vemos que sea suficiente para que llegue al público.

Si a eso le sumamos que la historia de por sí no da al espectador ni tan solo una pequeña pista para que pueda crear sus propias deducciones, hace que a partir de la primera media hora el suspense por lo que pueda suceder, pase directamente al sopor y con ello el desasosiego para poder mantener la atención en ella. Pero por eso mismo, y tal y como decía al principio, quizá sea la falta de esa capacidad para poder entenderla, ya que si no no se hubiese llevado la Concha de Plata como mejor película en el Festival de San Sebastián...  

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