Night Angel

Súcubos féminos al poder...

• Título traducido: La amante del diablo
• Director: Dominique Othenin-Girard
• Guión: Joe Augustyn, Walter Josten
• País: Estados Unidos Año: 1990 Duración: 84 min.
• Música: Cory Lerios  Fotografía: David Lewis
• Compañía: Emerald, Paragon Arts International
• Intérpretes: Karen Black, Doug Jones, Gary Hudson, Sam Hennings, Tedra Gabriel, Isa Jank, Linden Ashby, Debra Feuer, Helen Martin, Ben Ryan Ganger, B.J. Turner, Twink Caplan, Phil Fondacaro
• Género: Terror

Sinopsis
Lili, concubina de Satán y enemiga del amor, cosecha almas para el reino de Lucifer. Su misión es seducir a los hombres con su irresistible atractivo para luego absorber su energía y matarlos. Ahora les ha llegado el turno a unos jóvenes y perspicaces periodistas, cuyo principal editor ya ha pasado antes por las expertas manos de Lili...

Paragon Arts International

Esta es una de esas películas que, aunque no se encuentran en la lista de los grandes clásicos del cine de terror, tienen un encanto particular que las hace dignas de ser recordadas. La trama gira en torno a Lilith, un demonio que toma forma humana para sembrar el caos y la destrucción allá por donde pasa.

Nos sumerge de lleno en una época en la que los realizadores del cine de género experimentaban con nuevas visiones y formatos, logrando capturar esa esencia con su atmósfera oscura y unos efectos prácticos más que dignos (realizados por KNB), llevándonos a mundos surrealistas salidos de las mentes más enfermas. Además, nos hace un tour por distintos ámbitos de la ciudad de Los Angeles que sumado a los estilos y culturas urbanas en plenos años ochenta, el conjunto se hace aún más visual.

Y aunque el guion no sea precisamente su punto más fuerte y la trama se deja intuir desde los primeros minutos de metraje, esos típicos clichés de la época son el atractivo de este tipo de películas, sobre todo para los que somos más aficionados. El espectador ya puede llegar a saber lo que va a pasar, pero nos gusta que lo cuenten a su manera. Eso sí, lo mejor de todo, sin lugar a dudas, son aquellas escenas en las que se flirtea con el submundo y en las que se produce el robo de alguna alma cándida, donde la imaginación no parecer tocar techo.

En definitiva, una película que no se sitúa entre las más reconocidas pero que tiene algunos ingredientes que la hacen muy entretenida, como la participación de una Karen Black pegando ya sus último tiros o uno de los primeros trabajos de Linden Ashby, quien será el futuro Cage en Mortal Kombat (W.S.Anderson, 1995). Recomendable.