Vermines

La aracnofobia quiere volver a ponerse de moda...

• Título traducido: Vermin: La plaga
• Director: Sébastien Vanicek
• Guión: Florent Bernard, Sébastien Vanicek
• País: Francia Año: 2023 Duración: 103 min.
• Música: Douglas Cavanna  Fotografía: Alexandre Jamin
• Compañía: Charades, My Box Films, WTFilms
• Intérpretes: Finnegan Oldfield, Sofia Lesaffre, Jérôme Niel, Théo Christine, Lisa Nyarko
• Género: Terror

Sinopsis
Kaleb está a punto de cumplir 30 años y nunca ha estado más solo. Está peleando con su hermana por un asunto de herencia y ha cortado los lazos con su mejor amigo. Apasionado por los animales exóticos, un día llega a casa con una araña venenosa para añadir a su colección, pero al parecer a ella no le gusta estar encerrada...

Charades

Este insecto tan odiado y amado a partes iguales ha sido llevado a pantalla como protagonista en innumerables ocasiones, desde la época dorada del cine ci-fi USA en los años cincuenta hasta nuestros días, dejando más de un título para el recuerdo. Pero si hay uno que posiblemente destaque para la generación X (a la que pertenece el que aquí escribe), ese sea Aracnophobia (Frank Marshall, 1990). Una película que causó sensación por su reparto, sus efectos especiales, y sobre todo porque realmente llegaba a generar cierta angustia al espectador por sus imágenes en que las arañas hacían lo que tienen que tienen que hacer, por su naturaleza. Pues ésta que hemos podido disfrutar en el Festival de Sitges (donde se llevó una mención especial) es una muy digna heredera de aquella, salvando las distancias, para estas nuevas generaciones del siglo XXI...

El argumento es tan básico como que un joven aficionado a los artrópodos se compra un tipo de araña exótica, la cual se escapa y se reproduce liándola parda. Tal cual. Sumado a que la plaga se expande por todo un bloque de pisos, pues ya tenemos una fusión de más sub-géneros en los que podemos incluir lo que queramos, desde el survival hasta el home invasion,... Incluso hay momentos (los más pesados) en los que como producción que proviene del país galo, tiene que meter con calzador temas sociales. Pero si nos centramos en lo que interesa, que es ese protagonismo de nuestra amiga arácnida, la verdad es que consigue momentos en los que el espectador más sensible se agarrará a la butaca, ya sea por la angustia de algunas de sus imágenes como por los sustos a golpe de altavoz que va dejando caer por momentos.

Está claro que la película no da para mucho más en esa hora y media que la de esperar a que salgan los bichitos, sobre todo si se ve en un entorno festivalero en que los espectadores se dejan llevar por sus emociones y las expresan a viva voz. Todo es muy de cajón, pero la verdad es que está bien realizada y no se aprecian grandes fallos que desentonen. La combinación de diferentes técnicas de efectos especiales es acertada y hacen que los arácnidos sean lo más reales posibles. Sus actores caen en gracia, y aunque no nos interesen demasiado sus historias individuales, tampoco se hacen anodinos y favorecen al ritmo de la película (a pesar de algunas escenas un tanto absurdas).

En definitiva, una entretenida película con la que pasar un buen (o mal) rato, pero que no va a ir más allá de hacer cuatro comentarios tras haberla visto. Esperemos a su estreno en carteleras, aunque seguro que con los precedentes tendrá una buena respuesta...