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21 septiembre, 2020

Zinemaldi 2020 ~ Día 3

Para la tercera jornada no teníamos prevista una agenda demasiado abultada, ya que entre la escasez de entradas para algunas de las sesiones y que las combinaciones para cubrir el día no nos convencían demasiado, decidimos ir a lo más interesante y ya está. Aún así, hay que decir que aunque poco, fue de lo mejorcito que hemos visto hasta ahora.

Comenzábamos pues con una grata sorpresa que provenía de los países escandinavos, la ingeniosa y divertida Druk, del director y coescritor de la misma Thomas Vinterberg.
Con un título como el que se nos presenta (Another round en inglés) y uno no se lee la sinopsis, ya se puede presentir que la película va a tratar uno de los temas más graves que padece la sociedad danesa, así como otros países nórdicos, que no es otro que el consumo desmesurado de alcohol y el número de fallecimientos que provoca esta, al fin y al cabo, enfermedad que es el alcoholismo. Si a esto le sumamos al polifacético Mads Mikkelsen como principal protagonista de esta historia, entonces la combinación ya es explosiva.

Curiosamente él es el único abstemio del grupo de amigos y compañeros de trabajo, todos ellos profesores en la misma escuela, los cuales empiezan a achacar el peso de la monotonía en sus vidas. Pero una noche que salen a cenar, deciden realizar un experimento sobre ellos mismos basándose en una teoría poco infundada: el organismo necesita un leve porcentaje de alcohol para poder funcionar al completo. Así pues, y documentando todo el proceso, intentarán seguir con sus vidas pero con esa chispa que te provoca el llevar alguna copilla encima. Por supuesto que no todo es coser y cantar, pero todo el proceso evolutivo que sufren es un viaje muy entretenido, cargado de humor y sobretodo, en muchos momentos nos puede llegar a recordar a nuestros tiempos mozos. Una crítica en tono de comedia que al final acaba teniendo su propia moraleja... o no.

La siguiente era la producción española Dime quién soy, formato de serie creada para Movistar+ por el director catalán Eduard Cortés.
Desde hace un par de ediciones ya, se van incluyendo dentro de la Sección Oficial series dirigidas para su consumo en plataformas de vídeo bajo demanda, y es que a pesar de ser un formato diferente al habitual, la verdad es que hay muchas de ellas en que no se puede negar su calidad. Así pues, esta producción española de nueve episodios surge a partir del libro de Julia Navarro, el cual tiene el mismo título y se centra en la vida de Amelia Garayoa y su lucha por la libertad en una época de grandes cambios tanto en España como en Europa.

Y aunque a priori se muestre atractivo ese paseo por la historia del siglo XX, desde el alzamiento del Franquismo hasta la finalización de la Segunda Guerra Mundial, la verdad es que vistos los primeros episodios no acaba de convencer del todo. Ya sea por el hilo romántico que mueve a la protagonista y que no tiene ningún atractivo, o sencillamente porque sus tejes y manejes no tienen demasiado interés más allá del trasfondo político e histórico (el cual no se trata muy profundamente), acaba pareciendo más una telenovela al uso que otra cosa. Una lástima, porque toda la producción tiene muy buen aspecto, pero el contenido no le acompaña.
 
Y para terminar la jornada, una de las películas más esperadas de esta edición, la ganadora del León de Oro en el pasado festival de Venecia, Nomadland, escrita y dirigida por Chloé Zhao.
Basada en el libro de Jessica Bruder titulada con el mismo nombre, relata en un ejercicio de periodismo fantástico las vivencias de una mujer que lo ha perdido todo, la cual acaba sumándose a la gran comunidad que existe en Estados Unidos de personas que viven en casas móviles. Tanto las dificultades surgidas dentro de un ecosistema político económico como está siendo este inicio de siglo XXI, así como todos los fantásticos descubrimientos y sensaciones que provoca ser un nómada en un país tan extenso, quedan reflejados por su protagonista de forma excepcional.

Para su interpretación, nada menos que la genial Frances McDormand, quien expresa de forma sublime hacia el espectador todas las sensaciones y sentimientos que surgen en su viaje, haciéndolo cómplice en todo momento. Para ello, la directora vuelve a recurrir a un estilo que se difumina entre el formato documental y el drama, incorporando como actores secundarios tanto personajes reales como profesionales, en un ejercicio por darnos a descubrir una subcultura desconocida por muchos. Y es que realmente la película funciona muy bien, pero ya sea por todos los comentarios previos que la elevaban al imperio de los dioses y se preveía algo excepcional, o porque quizá no ha llegado a entrarnos del todo hasta lo más fondo, pero no la hemos encontrado tan ganadora. Pero bueno, aún así, sigue siendo una magnífica película candidata seguramente a los Oscar.

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