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11 noviembre, 2019

TerrorMolins 2019 ~ Día 3

En la jornada de ayer se abrieron las puertas al público para que pudiesen disfrutar gratuitamente de las proyecciones que el Festival tenía programadas, con lo que además siendo festivo se notó un aumento de asistencia creando mucho más ambiente festivalero. Comenzaba la mañana con las ya clásicas y divertidas sesiones de cortos y talleres para los más jóvenes, dándoles cabida e inculcando ya a muchos de ellos esta gran afición que es el cine. Asimismo, durante todo el día, en la Sala Gótica se pudo participar en los Molins Horror Games donde tanto los no iniciados como los más expertos compartieron mesa con los diferentes juegos que había a su disposición.

Las sesiones de la tarde en el teatro de La Peni se iniciaban de la mano de DocsBarcelona, los cuales nos traían el documental La promesa (2016) de Karin SteinbergerMarcus Vetter.
The promise
Sensacional documental en el que diseccionan el trágico suceso que ocurrió a mediados de los ochenta en el estado de Virginia, seguimiento del cual fue retransmitido por televisión, siendo la primera vez que se hacía sobre un caso de asesinato. Ya no solamente pone en perfecta situación al espectador, sino que además realizan una investigación con la que, a día de hoy, intentan poner en duda las acusaciones y sentencias que recayeron principalmente en el que por aquel entonces un muy joven Jens Söring se declaraba culpable por amor a Elizabeth Haysom...

La siguiente en la agenda, y dentro del leitmotiv de esta edición en la sección restrospectiva, se proyectó una copia de una de las películas de terror psicológico más influyentes y carismáticas del género, Blue Velvet (1986), y una de las principales obras que definen al maestro David Lynch.
Blue Velvet
Agradecidos estamos al Festival de darnos la oportunidad de poder ver esta película en pantalla grande, al menos los que no tuvimos ocasión de hacerlo en su momento. Un clásico de culto atemporal que sigue siendo tan atractivo y fresco como siempre, y con el que un joven David Lynch se consagraba como el gran director que es, siendo además nominado en la edición de ese año de los premios Oscar en dicha categoría.

Poco o nada más se puede decir sobre ella para quien todavía no la haya visto, mas que la recomendación de hacerlo por primera vez sin ningún tipo de prejuicio y dejarse llevar por este misterioso thriller envuelto en un estilo visual muy singular y lleno de referencias (a Buñuel, mismamente, ahora que hemos tenido oportunidad de ver también en este Festival Un chien andalou). Asimismo, el binomio formado junto al compositor Badalamenti comenzaba sus andaduras en esta película y seguirían juntos en casi todas sus posteriores obras. En definitiva, un clásico obligado para todos.

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