The Quiet Ones

Lo intentan pero no terminan de cuajar...

• Título traducido : El estigma del mal
• Director : John Pogue
• Guión : Craig Rosenberg, Oren Moverman, John Pogue, Tom de Ville (Original)
• Productor : Ben Holden, Simon Oakes
• País : USA, UK Año : 2014
• Compañía : Hammer Film, Exclusive Media, Traveling Picture
• Intérpretes : Jared Harris, Sam Claflin, Erin Richards, Rory Fleck-Byrne, Olivia Cooke, Laurie Calvert, Aldo Maland
• Género : Terror

Sinopsis
Un profesor de la universidad de Cambridge junto a algunos de sus alumnos más avanzados llevarán a cabo un proyecto en secreto, el cual querrán documentar con grabaciones de vídeo durante todo el proceso. Se trata de liberar a una muchacha que supuestamente alberga un ente en su interior y que le está provocando reacciones paranormales, apartándola de una vida normal como los demás jóvenes de su edad. Pero el profesor intentará todo lo posible para remediarlo...

La Hammer sigue en el empeño de volver a resurgir de sus cenizas para situarse en lo alto del colofón del cine de terror, como ya hiciera en su época dorada, pero las cosas no le están saliendo muy bien que digamos. Tras pasar casi inadvertidos los anteriores títulos de su nueva época, se monta ahora en el carro de las historias basadas en hechos reales, siguiendo la estela de pelotazos como el de The Conjuring. La diferencia respecto una de la otra es la base de la que parte, ya que aquí intenta defender con métodos científicos todas las reacciones paranormales de la muchacha, mientras que en la otra aboga más por las artes del ocultismo y la santería.

Y la verdad es que no comienza mal, ya que la presentación y el planteamiento que propone al espectador desde el inicio augura que puede haber algo distinto a lo visto hasta ahora. En lugar de centrarse en la actividad paranormal, parece que el foco lo dedica más a la relación entre los estudiosos y la muchacha enferma, así como lo que sucede entre ellos al estar aislados en una casa abandonada: roces, amoríos, desengaños,... Pero aún así, sigue estando llena de clichés que se van repitiendo cíclicamente hasta llegar a un final que se veía venir desde el horizonte lejano.

No es un desastre total porque se hace entretenida, pero no va a ser ni mucho menos la película que convierta a la Hammer en lo que fue antaño. Hay que premiar de todas maneras el intento de querer seguir ahí, y mucho más notable el querer imprimir su seña de identidad, que en esta película se aprecia más que en las otras. Esperemos que al menos recaude lo suficiente para invertir en futuros proyectos...