Master class sobre cómo desmitificar un mito...
- Título traducido: Super School Overlord
- Director: Wong Jing
- Guión: Wong Jing
- País: Hong Kong Año: 1993 Duración: 95 min.
- Música: Marco Wan Ho-Kit, Lee Hon-Kam Fotografía: Andrew Lau
- Compañía: Fantasy Productions, Golden Harvest Company, Wong Jing's Workshop Ltd
- Intérpretes: Andy Lau, Jacky Cheung, Aaron Kwok, Chingmy Yau, Andy Hui, Richard Ng, Ekin Cheng, Simon Yam, Billy Chow, Ken Lo, Mok Siu-Chung, Dennis Chan, Nat Chan, Winnie Lau, Kingdom Yuen, Dicky Cheung
- Género: Acción, Comedia
Sinopsis
Estamos en el año 2043 y un malvado general va a ser procesado ante la justicia, teniendo las de perder. Para evitarlo, algunos de sus secuaces viajan al pasado para instigar a la versión joven del juez a que derive hacia otra profesión. Pero los Future Cops se enteran del plan y consiguen llegar antes que ellos para encontrar y proteger a la víctima...
Golden Harvest Company
La capacidad que ha tenido Wong Jing para cambiar de registro en su carrera como director, la cual aún sigue en activo, es impresionante. En sus más de cien películas ha tocado todos los palos y nos ha dejado algunas maravillas, pero si nos centramos en su lado más cómico, sin lugar a dudas, ésta sería la película que resume todo lo que le pasa por su cabeza. Si bien la idea inicial era venderla como el live action del famoso videojuego Street Fighter II, seguramente los responsables de Capcom, propietarios del mismo, les denegaron los derechos radicalmente al ver tal despropósito...
Aún así, los que hayan echado algunas partidas, reconocerán de inmediato a sus protagonistas nada más verlos, ya que poseen todas las características físicas y habilidades de lucha, aunque sus nombres sean completamente distintos. A partir de aquí, todo lo demás no tiene nada que ver con el videojuego, sino que el realizador se saca de la manga un batiburrillo de ideas que van desde la ciencia ficción hasta el shonen japonés, pasando por el humor a lo Benny Hill y la acción de los Wuxia.
Lo bueno que tiene es que después de sus primeros diez minutos de metraje uno ya puede valorar si desea seguir viéndola o no. Para los que decidan quedarse, todo lo que viene a continuación es un despropósito irracional que a más de uno sacará de quicio. Hay que ser muy fan de ese humor absurdo para poder aguantar hasta el final, cosa que aquí hemos hecho sin lugar a dudas. Sería de muy mala educación detenerse a resaltar algunas de las mejores escenas, así que mejor dejarlo para sorpresa de quien se atreva con ella.
Y es que partiendo de un reparto en el que participan las mejores estrellas que han pasado por la Golden Harvest, como Anday Lau, Simon Yam o Jacky Cheung, qué puede salir mal. Pues todo, o nada, depende del prisma donde se mire. Si lo hacemos desde el adecuado, las caracterizaciones son estupendas, las escenas de acción donde se tira mucho de la suspensión por cables también están bien realizadas, y los efectos extra no dejan tanto que desear. Y en cuanto a su contenido, los continuos chistes que se marcan tocan todos los ámbitos sin complejo alguno y las referencias a la cultura pop de los noventa inundan la película por todos los costados. Que más se puede pedir.
En definitiva, este es uno de esos subproductos que hay que rescatar del olvido de vez en cuando para que perduren generación tras generación, ya que, aunque no lo parezca, somos unos cuantos los que adoramos este tipo de cine...
Aún así, los que hayan echado algunas partidas, reconocerán de inmediato a sus protagonistas nada más verlos, ya que poseen todas las características físicas y habilidades de lucha, aunque sus nombres sean completamente distintos. A partir de aquí, todo lo demás no tiene nada que ver con el videojuego, sino que el realizador se saca de la manga un batiburrillo de ideas que van desde la ciencia ficción hasta el shonen japonés, pasando por el humor a lo Benny Hill y la acción de los Wuxia.
Lo bueno que tiene es que después de sus primeros diez minutos de metraje uno ya puede valorar si desea seguir viéndola o no. Para los que decidan quedarse, todo lo que viene a continuación es un despropósito irracional que a más de uno sacará de quicio. Hay que ser muy fan de ese humor absurdo para poder aguantar hasta el final, cosa que aquí hemos hecho sin lugar a dudas. Sería de muy mala educación detenerse a resaltar algunas de las mejores escenas, así que mejor dejarlo para sorpresa de quien se atreva con ella.
Y es que partiendo de un reparto en el que participan las mejores estrellas que han pasado por la Golden Harvest, como Anday Lau, Simon Yam o Jacky Cheung, qué puede salir mal. Pues todo, o nada, depende del prisma donde se mire. Si lo hacemos desde el adecuado, las caracterizaciones son estupendas, las escenas de acción donde se tira mucho de la suspensión por cables también están bien realizadas, y los efectos extra no dejan tanto que desear. Y en cuanto a su contenido, los continuos chistes que se marcan tocan todos los ámbitos sin complejo alguno y las referencias a la cultura pop de los noventa inundan la película por todos los costados. Que más se puede pedir.
En definitiva, este es uno de esos subproductos que hay que rescatar del olvido de vez en cuando para que perduren generación tras generación, ya que, aunque no lo parezca, somos unos cuantos los que adoramos este tipo de cine...
No hay comentarios:
Publicar un comentario