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16 agosto, 2017

Dunkirk

Nolan ha vuelto a superarse...

Caratula
  • Título traducido: Dunkerque
  • Director: Christopher Nolan
  • Guión: Christopher Nolan
  • País: Estados Unidos Año: 2017 Duración: 107 min.
  • Música: Hans Zimmer  Fotografía: Hoyte Van Hoytema
  • Compañía: Warner Bros. Pictures, Syncopy
  • Intérpretes: Fionn Whitehead, Mark Rylance, Kenneth Branagh, Tom Hardy, Cillian Murphy, Barry Keoghan, Harry Styles, Jack Lowden, Aneurin Barnard, James D'Arcy, Tom Glynn-Carney, Bradley Hall
  • Género: Drama
Sinopsis
Nos situamos en plena II Guerra Mundial. La Alemania nazi ha conseguido derrotar a Francia y tiene acorraladas las tropas aliadas en la playa de Dunkerque, donde esperan ser evacuadas. Pero la operación de rescate está teniendo más complicaciones de lo esperado y los soldados comienzan a sufrir la ansiedad y la desesperación al ver que no hay salida posible.

Tratado como megalómano por algunos o genio detrás de la cámara por otros, este director siempre ha estado en boca de todos los aficionados cuando ha estrenado una película (podemos fijarnos en sus trabajos más recientes sin ir más lejos). Ésta no iba a ser menos, e incluso diría que ha sido de las que más diferencia de opiniones ha creado en el respetable, ya que no es de fácil digestión si uno no tiene una pequeña idea de cómo es la visión con la que Nolan proyecta sus ideas en la gran pantalla...

Para esta ocasión ha querido sumergirse por vez primera dentro del género bélico, y como no podía ser de otra manera, lo ha hecho con un episodio de la II Guerra Mundial quizá no muy conocido por todos: la operación que marcaría el punto de inflexión determinando el resultado final del conflicto, la cual denominaron con nombre en clave Dynamo. Pero sin hacer demasiado hincapié en desarrollar los acontecimientos (dejando esta parte dada por explicada en los libros o para su posterior búsqueda en internet), con cuatro pinceladas nos pone en situación y pasa directamente a inmiscuirse dentro de los personajes anónimos que conformarán el argumento.

Para mi gusto ese es uno de los puntos que más valor le añade a esta película, el mostrarnos cómo viven la guerra desde su interior algunos de los hombres que participaron en ella, ya sea militar, civil, británico o francés. Da igual no saber nombres, ni religiones ni patrias, e incluso casi que serviría igualmente si no hubiese ningún tipo de diálogo. Lo que Nolan nos muestra al final es lo que una guerra provoca en el interior del ser humano, individualmente, sin tener en cuenta la finalidad común que les ha llevado hasta allí, dejando de lado aspectos éticos y morales y volviendo a los instintos más primigenios como puede ser el afán de supervivencia.

Para ello ha realizado un montaje nada convencional, que aún siendo un director al que le gusta jugar con este tipo de cosas, la verdad es que sigue sorprendiendo. Ya lo hizo en Memento (2000) y también en Inception (2010), pero ahora ha ido un poco más allá, dividiendo la película en tres ejes temporales distribuidos dentro de la semana que aproximadamente duró el conflicto, entremezclando a la perfección escenas sucedidas en las diferentes líneas. Quizá no sea fácil para cualquiera su correcto seguimiento o reconocer el momento en que nos encontramos, pero realmente es una combinación perfecta para hacerla mucho más atractiva.

Y siguiendo en el apartado técnico, la marca de la casa por excelencia: el trabajo con la cámara. Tanto en el tramo inicial, como en la sensacional escena de combate aéreo o como en el desenlace, en todas ellas se ve el cuidado y el perfeccionismo con que la trata, teniendo en cuenta además que se rodó con cámaras Imax en su mayoría. Igualmente, la fotografía que Hoytema nos ofrece es espectacular en los tres elementos donde se desarrolla la película: tierra, mar y aire, donde con una mezcla entre formalidad y visceralidad junto a la colorimetría utilizada, le da mucho más protagonismo a las escenas, siendo prácticamente un actor más.

Como también pasa con la que quizá sea una de las mejores composiciones de Hans Zimmer. Una banda sonora de la que mucha gente ha comentado tener demasiado protagonismo, pero que para mí es una delicia que así sea. Junto con el diseño de sonido, es prácticamente de obligatoriedad el verla en una sala que tenga la capacidad de reproducirla a un volumen considerable. Aunque si nos ponemos exigentes, aparte de ser escuchada en ciertas condiciones, también debería ser vista equitativamente, tirando de Imax o de salas con proyectores de 70mm. En fin, Nolan lo ha vuelto a hacer y esta esperemos que esta vez obtenga su recompensa...

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