Una vez concluida la 13a edición del Festival Nits de Cinema Oriental de Vic, podemos asegurar que es una cita ineludible en nuestra agenda y que habrá que marcarla como obligatoria en años venideros. Aunque lleve ya cierta solera en el circuito festivalero, ha sido la primera vez que asistíamos y hay que decir que hemos vuelto con un muy buen sabor de boca. Aunque no sea un festival de grandes dimensiones, sí que es un festival de grandes momentos y de una buena organización que te hace sentir parte de la familia.
La diversidad de contenidos que ofrece hace que se rompa esa estricta línea de otros certámenes, donde lo más normal es que el principal y único objetivo sean las películas. El abanico que aquí se despliega va desde las actividades paralelas que se ofrecen incluso días antes que empiece el festival, hasta las cenas temáticas al aire libre con proyección de película incluida. Todo el conjunto hace que marque esa diferencia que le hace destacar del resto.
La estructura de la programación diaria permite disfrutar de todos los eventos sin ningún tipo de estrés. Se comienza cada jornada con la sesión infantil gratuita, donde se da la oportunidad de inculcar a los más pequeños la cultura del cine y en este caso de acercarles también el mundo oriental. Se continúa con la retrospectiva donde se puede ver una película referente al leit motiv del festival (este año dedicada a los kaiju), con una selección muy exclusiva. Y a partir de aquí comienzan las proyecciones que entran a concurso, eventos o exposiciones paralelas, la cena temática con película gratuita al aire libre, y en fin de semana las sesiones golfas. Todo muy bien organizado.
En cuanto al contenido hay que decir que ha sido perfectamente seleccionado. Hemos podido disfrutar de prácticamente todas las películas que se han proyectado, tanto de las dirigidas a un sector más infantil como las que tenían un estilo más particular. Cada noche nos hemos ido a dormir habiendo descubierto una o más joyitas orientales que desconocíamos. Un lujo a tener en cuenta.
Y para finalizar, destacar también el buen ambiente que se ha respirado cada día. Tanto la organización como los asistentes habituales han hecho que nos sintamos uno más de la familia, disfrutando aún más si cabe del festival. Por esto y por todo lo demás, hemos terminado esta fantástica semana con ganas de más, de volver el año que viene y los siguientes, ya que seguro que tras cada edición mejorará aún más y más...
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